En cierta ocasión, una vez bautizado dentro de la iglesia mormona, lancé una pregunta muy sencilla, la cual me pareció prudente hacer. La cuestión era saber la razón por la cual las mujeres no podían ser sacerdotizas. Recuerdo que estaba en un chat mormón y fui duramente criticado por tan aberrante pregunta. Esto despertó en mí un sentimineto de rechazo a dudas, lo cual me llevó a plantear otras cuestiones tales como la existencia de caballos, elefantes, ruedas, trigo y cebada que, supustamente existieron en América antes de la llegada de los Españoles. Obviamente la típica respuesta mormona fue: "Ora y verás como la verdad se te revelará". Oré pero la verdad nunca llegó. De hecho empecé a sentir como la gente se apartaba de mí pues era incapaz de contestar aspectos más profundos como: llegar a ser dioses, la poligamia, las traducciones mágicas de Smith con un sombrero, el rechazo al sacerdocio negro, la obligatoriedad de dar el diezmo para "ver" a Dios en sus templos, etc.
Cada vez que investigaba acerca de las enormes contradicciones históricas, lingüísticas, y doctrinales del mormonismo fui tachado, en un principio de insensible, ya que no sabía orar con un corazón doblegado. Este aspecto me llevó a cuestionarme si, efectivamente, ellos tenían razón. Me dijieron que es tal mi necedad que mi corazón no se abría completamente. Luego fui tachado de apóstata y de antimormón. De hecho una persona muy cercana a mi me comentó que, ante cada duda o contradicción pareciese que "quisiera acabar con la iglesia". Sentí un reproche, pues me di cuenta que cuando a un mormón lo colocas en una situación de tratar de explicar sus doctrinas, o bien atacan las tuyas sin razonar sobre las de ellos, o bien recurren al chantaje sentimental de la oración.
¿Realmente se ataca a los mormones cuando intentas razonar con ellos sus doctrinas? De ninguna manera, recordemos que ellos se jactan de tener la "plenitud del Evangelio", hacen gala de un sentimineto de superioridad espiritual inigualable. Su orgullo se eleva hasta los confines del universo porque afirman que ellos poseen la verdad absoluta. Lamentablemente tan pronto inicias una plática sobre su historicidad, sus contradicciones doctrinales y sus prácticas masónicas, de inmediato se quejan de ataques. ¿De dónde vinieron esos "ataques"? ¿Son realmete ataques?¿Los mormones no han ofendido a ninguna religión, o han mencionado algo para que muchas sectas se lancen contra ellos? .
Para iniciar, en el libro "La Historia de la Iglesia en el Cumplimiento de los Tiempos" en la página 36 se menciona lo siguiente respecto a la pregunta que hizo Smith a Jesús y al Padre, referente a que religión debía unirse, en el bosque en 1820: “Se me contestó que no debía unirme a ninguna, porque todas estaban en error; y el Personaje que me habló dijo que todos sus credos eran una abominación a su vista; que todos aquellos profesores se habían pervertido; que ‘con sus labios me honran, pero su corazón lejos está de mí; enseñan como doctrinas los mandamientos de los hombres, teniendo apariencia de piedad, mas negando la eficacia de ella". Como podemos ver este es la primera crítica lanzada por Smith a las demás Iglesias. Y de ahí para el real. Al erguirse como el restaurador de la Iglesia de Jesucristo comenzaron los ataque hacia otras religiones. ¿No resulta obvio que las demás iglesias tendrían que defenderse? En el siguiente video mostraré como se llevó a cabo este ataque, el cual es imposible de negar por parte de los santos de los últimos días.
Así pues mis estimados amigos, si es cierto que su iglesia es verdadera, debería tener bases suficientemente innegables para esa afirmación. Lamentablemente no las tienen, y mucho me temo ni las tendrán. Por tanto no se sientan ofendidos cuando en estos espacios se les muestren cosas raras y sin sentido de acuerdo a sus creencias.
Y reitero que este blog sólo es para externar una serie de dudas e ideas. Si he mencionado solamente al mormonismo es por razones que se expondrán en la siguiente entrega. Pero es sólo eso: un pobre imbécil haciendo análisis y no siendo un corderito que ciegamente sigue los preceptos de los líderes que se dicen inspirados por Dios.
Hasta la próxima
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